Les damos la bienvenida, estimados lectores, a nuestra edición de febrero, donde les presentamos la entrevista a la maestra Karla Berrón Cámara —quien tiene la encomienda de dirigir por tres años la Dirección de Identidad y Cultura del Ayuntamiento de Mérida— y quien muy asertivamente afirma que: “Cuando se habla de cultura, no basta sólo con hablar de arte, tradiciones o identidad, también hay que considerar los retos, presupuestos, la herencia maya y todo lo que nos hace sentirnos orgullosos de nuestro pasado y nuestro presente”.
En su entrevista, la maestra Karla nos detalla los tres principales retos para el Ayuntamiento en materia de cultura: fortalecer la herencia maya; atender y consolidar la infraestructura de los centros culturales y espacios físicos y robustecer las instituciones, viéndolas desde la perspectiva de agentes culturales.
Por ello también les presentamos un artículo especial sobre el Centro Cultural Olimpo, que se ha transformado en un espacio referente del arte universal, promoviendo la riqueza de los creadores locales e internacionales y la identidad de la ciudad desde hace 26 años.
Igualmente, en esta edición, les traemos el contenido de la FILEY, impulsado por la UADY, que como cada dos meses nos presenta un club del libro —en esta ocasión “The Book Club MID”—, y a dos distinguidos escritores: Mario Galván Reyes, quien nos regala un fragmento de su obra Hasta los dioses obedecen y a Aída María López Sosa, quien nos deleita con Púrpura encendida.
La Universidad Anáhuac nos presenta Los cuentos de Ovidio, que se llevó a escena el pasado 8 de noviembre en el Foro Cultural Alejandro Gomory Aguilar y que, bajo la dirección escénica de Ana Georgina Várguez Pérez, nos trajo un encuentro único con la mitología griega, gracias a la reinterpretación contemporánea de cuatro historias basadas en las célebres narraciones del poeta latino Ovidio, obra escrita por Carlos Rodríguez.
Finalmente, Adele Urban Flores —directora general del Palacio de la Música—, nos explica el proceso de consolidación de este Centro Nacional de la Música Mexicana a lo largo de sus seis años de existencia y el compromiso que tiene el Gobierno del Estado de revitalizar el panorama cultural musical de Yucatán.