Con relación al lanzamiento del libro El Palacio Cantón, Testigo de la historia, entrevistamos a la autora, la maestra Blanca M. González Rodríguez, y al arquitecto Bernardo Sarvide Primo, director del Museo Regional de Antropología de Yucatán, “Palacio Cantón”, quienes nos dan más detalles sobre el proceso de creación.
¿Quién es Blanca González?
“Mi nombre es Blanca González Rodríguez y soy antropóloga, tengo estudios de licenciatura en Antropología Social y de maestría en Historia. Tengo muchos años trabajando en el INAH, desde 1979, antes di clases en la UADY, en la Facultad de Antropología. Cuando ingresé al INAH ya fue como investigadora en historia ―junto con otros compañeros―, en lo que se estaba formando la sección. En esa época yo todavía no había estudiado la maestría, pero como a los que estábamos allí nos gustaba la historia formamos ese grupo; estábamos trabajando casi todos en la parte histórica de la Revolución, el Porfiriato… fines del siglo XIX, siglo XX, principalmente.
“Después me fui a estudiar al Colegio de Michoacán la Maestría en Historia y al volver empecé a ver más tópicos de estudio (siempre del siglo XIX pero con temas más variados) y en eso me llegó la invitación para ser directora del museo, acepté y estuve aquí desde 1999 a 2009. Me encantó participar y por eso sigo aquí colaborando.
“Me gustó mucho la cuestión de la museografía. Creo que me selló mucho ser directora del Museo Palacio Cantón, porque entendí la obligación que tenemos de difundir lo más que se pueda”.
Nuestro antecedente: el primer libro
“Poco después de que yo terminara mi gestión llegó un amigo, que también estuvo de director, Abraham Guerrero, y me invitó a participar como curadora para hacer la exposición del Centenario del Palacio Cantón y ese fue un proceso sumamente interesante porque se tuvo que trabajar todos los periodos, que son los que verán en el libro: el general Cantón; su familia; la construcción del edificio; posteriormente, la vida familiar en un espacio privado y por último, el museo como un recinto público; el cual, fue ocupado por distintas instituciones… empezando con la escuela de Bellas Artes, ya que aquí dio sus primeros pasos don Fernando Castro Pacheco, aquí inició sus estudios de pintura, él mismo nos estuvo contando cómo se hacía, quién les daba clase, y así se recuperó esa historia, porque incluso yo le comentaba a Bernardo que era una historia ya olvidada, si uno llegaba al Bellas Artes actual, nadie sabía de lo que estábamos hablando.
“Después de eso estuvo aquí la escuela Hidalgo; la familia Aguilar colaboró con imágenes y anécdotas de ese tiempo, parte de mi familia estuvo aquí y también se rescataron parte de las historias y así sucesivamente en distintos momentos: como cuando llegó el profesor Barrera Vásquez del Instituto Yucateco de Antropología e Historia, o cuando se organizó aquí la Academia de la Lengua Maya. También estuvo aquí la Biblioteca Crescencio Carrillo y Ancona donde venían a estudiar absolutamente todos los alumnos de la UADY. En mi generación todos pasaban por aquí, era un lugar muy bonito, muy fresco, relativamente céntrico y siempre estaba lleno.
“Por otro lado, con el tema del general Cantón… trabajé directamente con su familia, desde antes empecé con los nietos, cuando todavía vivían, don Panchito, doña Finita y doña Aracely; al final, cuando se realizó la exposición lamentablemente don Panchito ya había fallecido, pero todos ellos empezaron a dar información, a veces hasta los juntaba para que ellos recordaran y así fuimos reconstruyendo las memorias, cuando se hizo la exposición todos prestaron piezas, documentos, fotos. Me decían ellos ―hasta los bisnietos porque ya estamos en la generación de los bisnietos― ‘Nos aclaraste la historia’. Para eso sirvió, para estructurar las anécdotas que tenían con chispazos. Fue muy interesante”.
La reedición por el 110 aniversario: una publicación más que importante, necesaria
“Hablemos de cómo surge la reedición. Para esta edición, las tres partes que hablan de la construcción del edificio, de la vida familiar y del recinto público se reforzaron con nuevos datos.
“También, en esta edición, se habla de la discusión de la gente que se resistía a que el palacio se transformara en otra cosa porque ya estaban acostumbrados a venir a estudiar acá; a la hora de la restauración se cubrió de ladrillos de colores el primer piso y la gente empezó a protestar diciendo que se iban a llevar el mármol, hasta que el arquitecto que estuvo a cargo de la restauración explicó cómo se restaura, cómo se protege, precisamente para que a la hora de renovar el resto del edificio no se lastimara el suelo, etc.
“Muchas de estas situaciones se incorporaron en esta nueva edición. También, se le dio mayor importancia al diseño y a la selección de fotos llenas de detalles”.
Platicamos también con el arquitecto Bernardo Sarvide Primo, director del Museo Regional de Antropología de Yucatán, “Palacio Cantón”, sobre la importancia de esta publicación para dar a conocer el patrimonio cultural de nuestro estado.
“Esta publicación no sólo es importante, es necesaria. Los museos, los que trabajamos en ellos y los que están alrededor tienen que conocer su historia; los edificios están cargados de valor patrimonial, de valor histórico, han tenido muchos usos, muchas adecuaciones, muchas narraciones, muchos movimientos dentro, y en la medida en que entendamos los procesos sabremos por qué ahora el museo regional es lo que es.
“Este libro nos permite además trabajar la divulgación, que es una parte muy importante de lo que hace el INAH, a todos los que estamos bajo el cobijo de este instituto nos toca investigar, conservar, difundir, proteger el patrimonio. Hay muchas cosas que no se ven y las que sí se ven son los materiales de divulgación, las exposiciones temporales, las investigaciones que llegan, cosas impresas de divulgación, entre más posibilidades haya de que los formatos sean atractivos, accesibles, amables, más personas van a poder leerlos y acceder a ellos.
“La intención era hacer un libro muy bonito porque la parte más importante ya estaba hecha, que era un fondo muy serio, muy bien trabajado. La maestra Blanca lleva mucho tiempo atendiendo el tema, la edición de los 100 años estaba agotada y era muy difícil de conseguir, entonces venía el aniversario 110 y pues la fecha pedía conmemorar de una buena manera y para mí, los libros son esenciales. Queríamos hacer un libro que le hiciera honor al edificio, a la historia que está detrás, que permitiera actualizar un par de cosas, agregar exposiciones —porque una de las maravillas es que recorre un rango desde finales de 1800 hasta 2022— entonces permite una gran renovación. Algún día alguien hará, tal vez, el libro del aniversario del 120 y le tocará poner sus exposiciones. Entonces, este libro es un objeto de colección, una síntesis de la historia, que es importante que esté compilada en algún lado; el Palacio Cantón, el general Cantón y la historia de Mérida, necesitan elementos de síntesis como éste, pues investigar pedacitos de historia de algo por todos lados y no juntarlos no tiene mucha utilidad, pero si conectas todas las ideas, todas las historias y las muestras además de una buena manera ya tienes un proyecto muy redondo, muy amable con una gran perspectiva”.
Museo Palacio Cantón: exposiciones de alto nivel
“Quién no ha venido al museo en 10 años se ha perdido de un montón de cosas increíbles, a este museo llegan grandes exposiciones de la red de museos del INAH, se generan exposiciones muy importantes que a veces empiezan o terminan aquí, o bien, que estuvieron antes en Alemania, Francia o Inglaterra, entonces son exposiciones temporales de muy alto nivel y aquí es el único lugar donde se pueden ver. Además de eso, generamos nuestros propios proyectos, el Palacio Cantón lleva muchos años haciendo buenas exposiciones temporales, desde poco más de 2012 todo el espacio se usa o está en función de exposiciones temporales, lo que ha obligado, digamos, a generar proyectos muy grandes, muchas veces muy ambiciosos y muy bien logrados, en los últimos 5 años. Tuvimos uno sobre la figura simbólica de las pirámides, había piezas de 20 museos, con unas colecciones que… pues tendrías que ir a museos de primer mundo para verlas juntas. Tuvimos una exposición sobre escritura jeroglífica de glifos mayas, también una colección muy importante de etnigrafistas.
“Siempre lo que hacemos está vinculado de alguna manera a la historia local, a la historia nacional, hemos recibido colecciones que vienen del centro del país, del Museo Regional de Guanajuato, tenemos piezas que no habían salido nunca de la zona arqueológica, piezas que habían estado guardadas en el depósito por mucho tiempo y que ahora pudieron salir y verse. También presentamos la exposición que se llama “Ídolos, persistencias y resistencias” que atiende un tema complejo para Yucatán, el auto de fe de Maní, este tipo de suceso histórico que a veces no se atiende porque es un tema complicado para alguna de las partes involucradas. Entonces tratamos de hacer una reflexión, una inmersión a cómo funcionaba la religión en el mundo maya prehispánico, cómo eso se convierte en un proceso de idolatría y cómo un proceso de conversión llevó a un auto de fe. De una manera muy objetiva, llevando los hechos ―más bien una reflexión sobre no repetir― sobre la importancia de la diversidad, cómo es importante que tengamos clara nuestra historia y cómo hay cosas que no debemos repetir. Tratamos de tocar temas actuales, complicados, de provocar siempre la reflexión y así, hacer un acercamiento al patrimonio”.
“Y en el caso del Palacio Cantón ―interviene Blanca― afortunadamente y precisamente porque fue más allá del uso familiar, ha servido también como edificio público, especialmente desde que el museo llegó aquí, desde el museo arqueológico que estaba en el sótano y después todo el proceso que ha tenido hasta ahora, porque es un museo muy querido por la sociedad, muy recordado por la gente, aunque vengan o no. Hay un problema con los yucatecos, les cuesta mucho ir a eventos culturales a no ser que sea en la noche, hemos batallado con eso, pero yo siento que cada vez ceden más, y yo siento que lo que faltaría es que la misma prensa promueva, la prensa y las distintas instituciones, promuevan e inviten a la gente.
“Cuando yo estaba aquí de directora, hicimos una encuesta. Resultó que el Palacio Cantón y el Monumento a la Patria, eran los lugares más conocidos después de la catedral”.
El apoyo de Cultura Yucatán A. C.
Bernardo nos habla del papel que Cultura Yucatán ha tenido en la publicación de este libro de aniversario.
“Tuvimos la fortuna de que Cultura Yucatán A.C. y su presidente, don Roberto Abraham, nos apoyaran. Hicimos esta primera gestión, la maestra Blanca y yo, con el apoyo de don Roberto; nos tardamos poco más de un año en que la institución tuviera la otra parte que era necesaria, mientras tanto, dio tiempo también de hacer muchas correcciones, de pulir detalles del diseño editorial. Fue un camino un poco accidentado, pero valió la pena, es un gran libro y estamos muy emocionados porque la mayoría de los libros están aquí y van a acabar en manos de alguien a quien le interesa el tema.
“El acuerdo al que llegamos con Cultura Yucatán fue del 50%, es decir, el INAH financió el 50% y la Asociación Civil Cultura Yucatán financió el otro 50%.
“Ahora el libro se puede comprar de manera virtual, esa es por ahora una de las maneras de conseguirlo, eventualmente haremos un par de presentaciones más y seguramente regalaremos un par de libros con algunas dinámicas desde las redes sociales del museo. Algún día no muy lejano tendremos una publicación digital, habrá un ebook que tendrá un costo menor que el libro impreso y un pdf de divulgación que se podrá enviar de forma gratuita. Estamos en ese proceso de que todos puedan tener acceso a la información, ésa es la parte más valiosa”, agrega Bernardo.
Queríamos hacer un libro que le hiciera honor al edificio, a la historia que está detrás, que permitiera actualizar un par de cosas, agregar exposiciones. Entonces, este libro es un objeto de colección.