A dos años de su apertura, el Centro Cultural Fernando Castro Pacheco se ha transformado en un referente del arte en Mérida, consolidando la oferta cultural de la ciudad y el legado de uno de los artistas más prolíficos de Yucatán para México y el mundo.
“Mujer, las rutinas del agua” es la tercera exposición que alberga el espacio y ahora cobra nueva vida a través de 47 trabajos, entre pinturas, acrílicos, esmaltes, esculturas, dibujos, grabados e ilustraciones de libros.
Desde el Centro Cultural Fernando Castro Pacheco, ubicado en el edificio que alberga el Archivo Municipal en Paseo de Montejo con calle 39, se exhibe la vasta obra del pintor yucateco, en un recinto donde se rinde homenaje a su trayectoria en la promoción y difusión de la historia de nuestra entidad.
A quienes visiten la muestra se sugiere primero disfrutar la impresión estética de cada pieza, descubrir la evolución lograda con maestría en cada trazo, mancha o pincelada de color y el amor que Castro Pacheco le imprimió a cada obra dejando plasmada su identidad yucateca.
Desde el Centro Cultural Fernando Castro Pacheco, ubicado en el edificio que alberga el Archivo Municipal en Paseo de Montejo con calle 39, se exhibe la vasta obra del pintor yucateco, en un recinto donde se rinde homenaje a su trayectoria en la promoción y difusión de la historia de nuestra entidad.
Recorrido Cromático
Al recorrer las cuatro salas del centro cultural, el visitante podrá descubrir la forma en la que el maestro Castro Pacheco representó a la mujer en su cotidianidad y, al mismo tiempo, enalteció su papel dentro de la sociedad.
En las obras se aprecia un doble valor artístico: por un lado, el conocimiento anatómico que el artista imprime de la mujer y la definición de los contornos, el dibujo mismo con absoluta libertad, logrando una interacción cromática; y por el otro, una exposición más personal, libre, íntima y cargada de vivencias que seguro experimentó en su infancia, considera el Dr. Jorge Cortés Ancona, curador de la exposición.
“En cada obra se aprecia cómo el artista mantuvo una maestría y disciplina que lo acompañó y que distingue su trabajo y legado artístico”, expresa.
La colección forma parte del acervo de la Fundación Casa Estudio Fernando Castro Pacheco A.C., a excepción de uno de los libros expuestos.
El agua no es el único pretexto de la selección de obras del artista que aparece al lado de la cotidianidad femenina, pues, aunque está representada con sutileza, los trabajos transmiten un mensaje de reflexión sobre su importancia, cuidado y cómo el líquido forma parte del escenario social.
Dividida en cuatro núcleos temáticos, al ingresar a la primera y segunda salas, el espectador visibiliza obras de la mujer en tareas domésticas, como la extracción de agua de pozos y el lavado de ropa. Las mujeres aparecen en una variedad de posturas, ya sea caminando hacia el pozo o platicando frente a él, lavando la ropa, colgándola en la soga y hasta en un paisaje maya; cada una cuenta una historia diferente, entre matices cromáticos, en torno a ellas y el preciado líquido.
Al recorrer las cuatro salas del Centro Cultural Fernando Castro Pacheco, el visitante podrá descubrir cómo el maestro representó a la mujer en su cotidianidad y enalteció su papel dentro de la sociedad, a través de un doble valor artístico: el conocimiento anatómico que el artista imprime de la mujer y la interacción cromática, junto con una exposición más personal, libre e íntima, cargada de vivencias, considera el Dr. Jorge Cortés Ancona, curador de la exposición.
Aseo Personal
El aseo personal ocurre en la tercera sala del inmueble cultural. De perfil, de espaldas, de frente, en posturas contraídas o expandidas, la desnudez del personaje femenino es una constante en diferentes facetas. La sinuosidad de los cuerpos en actividad contrasta con la geometría de los objetos recreados, como la jícara, el banquillo de madera, la cortina o la palangana, todo ello enmarcado en trazos de color que retratan el baño rutinario como un motivo de arte.
La cuarta sala está dedicada a temas marinos. En el texto de sala que acompaña la exposición, Jorge Cortés Ancona expone que al consagrado artista yucateco le atrajo esquematizar de manera muy subjetiva las figuras de animales, entre ellas las del pez, lo que da lugar a variaciones formales, como se puede apreciar en algunos esmaltes. En este segmento se incluyen alegorías sobre el mar, el cielo y las nubes mientras la mujer aparece en una actitud pasiva, serena. Una serie de dibujos y acuarelas, con trazos rápidos, recrean también a pescadores de Campeche en modestas embarcaciones.
Obras Tempranas
En busca de su estilo y la capacidad de representar el cuerpo femenino en distintas posturas, la colección incluye varias obras tempranas de Fernando Castro Pacheco, en esa búsqueda por las formas de color y composición que lo hicieron alcanzar un estilo personal y distintivo de toda su obra. Solo en una de las piezas de este apartado (“En el pozo”), aparecen las iniciales F.C.P., que rara vez empleó el pintor yucateco para firmar sus trabajos.
Viaje por la Escultura
Dos modos de hacer patente el paso de Fernando Castro por el arte escultórico están presentes en dos obras de bronce. En una se observa a la mujer de cuerpo entero sentada, pero no en total quietud, donde la inclinación y extremidades de esta en un banquillo resalta la relación armónica del conjunto expuesto. En la otra escultura, el simple acto de la mujer quitándose el corpiño, con un impulso vertical lo vuelve memorable en el bronce. De ahí que en la búsqueda de la perfección Castro Pacheco trabajaba a detalle cada una de sus piezas, sobre todo la anatomía humana, como un ejercicio constante.
Completa la exposición la portada del cuadernillo “Los pozos sagrados”. Miguel Álvarez Acosta (impreso en los años cincuenta), y la página siete con uno de los grabados (impresión en offset) de Castro Pacheco que acompañan este poemario. Asimismo, en otra vitrina se pueden apreciar cuatro bocetos más (tres dibujos y un grabado).
Las aportaciones de Fernando Castro Pacheco y su gran legado, a través de la escultura, grabado, pintura, dibujo y por supuesto, los murales, son un reflejo de la identidad yucateca que han trascendido y se mantienen como ejemplo para las generaciones venideras que abracen el arte.
Desde su apertura en 2023, el Centro Cultural ha abierto sus puertas a otras manifestaciones artísticas que muestran el talento de creadores y dinamizan la oferta cultural de Mérida, a través de presentaciones de libros, conciertos musicales, talleres infantiles, visitas guiadas por las colecciones y en los próximos meses se preparan más actividades a fin de mantener activa la oferta de arte para todas y todos.
El horario de visita de “Mujer, las rutinas del agua”, que permanecerá expuesta todo el mes de abril, es de martes a sábado de 10:00 a.m. a 8:00 p.m. y domingos de 9:00 a.m. a 5:00 p.m. El acceso es libre.
A dos años de su apertura, el Centro Cultural Fernando Castro Pacheco se ha transformado en un referente del arte en Mérida, consolidando la oferta cultural de la ciudad y el legado de uno de los artistas más prolíficos de Yucatán para México y el mundo.
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