A finales de octubre, Mérida fue sede de la primera edición de Apokalypsi, el evento para la revelación científica y cultural, en el Centro de Convenciones Siglo XXI.
Durante los dos días que duró la feria, se presentaron un gran número de actividades de índole científico y artístico, desde conciertos (como el de la orquesta Mérida Big Band dirigida por Ranier Pucheux, en la que se interpretaron exitosos temas de jazz y swing) hasta conferencias y talleres.
Una gran cartelera cultural
La feria deleitó a sus asistentes con un gran número de presentaciones, como el concierto de arpa de Verónica Valerio; la conferencia de Christian Sánchez sobre las diversas facetas de la música y las obras maestras de arte del proyecto “Que nadie duerma”, una iniciativa educativa que recrea y da vida a reconocidas obras gráficas a través de las herramientas tecnológicas de realidad aumentada, donde se pudieron apreciar obras como La última cena, El nacimiento de Venus y Las amapolas, entre muchas otras.
Además, se llevaron a cabo talleres como “La escucha del paisaje sonoro”, impartido por Manuel Rocha Iturbide; “La música y el espacio”, por Ana Lara; así como la ponencia del escultor Miguel Peraza, titulada “Lo intrínseco del arte en la ciencia”, en la que expuso la importancia de romper paradigmas, refiriéndose a uno de los mayores obstáculos generacionales: cambiar las propias creencias para adaptarse a las nuevas generaciones, no sólo en el mundo del arte, sino en cualquier ámbito de la vida.
Una de las conferencias que tuvo gran respuesta por parte de la audiencia fue la de “La música en los videojuegos, desde los comienzos hasta la actualidad”, impartida por José Wolffer, director general de Música de la máxima casa de estudios de México (UNAM), quien habló de cómo ha evolucionado la música a lo largo del tiempo, expandiendo cada vez más sus posibilidades gracias a la tecnología y a la innovación. Agregó que la contribución de la música ha sido de gran relevancia en la configuración de narrativas y en la creación de experiencias de inmersión multidisciplinaria en el ámbito de los videojuegos.
Otro espectáculo presentado fue la coreografía de danza contemporánea, acompañada de una instalación escenográfica y una charla reflexiva sobre el proceso creativo y la producción de dicha pieza. La narrativa de esta obra da lugar a metáforas que exploran conceptos como modernidad y posmodernidad, objeto y sujeto y beneficio común e individualidad.
También pudimos disfrutar de “Contrayerba: monólogos de mujeres mayas”, “Rutas y travesías”, “El arte como medio para la formación integral”, del taller “Haz más música” y de “Arte, tecnología y sociedad”. También se presentó “Cybil, espectáculo de danza contemporánea”, dirigida por Érika Torres, directora de En boca de lobos producciones, en la que se vivió una cautivadora pieza de danza contemporánea y de acrobacia que narra la asombrosa transformación de una mujer que, gracias a una recarga neuronal artificial, regresa a su estado primordial como ser acuático para luego emerger como un transhumano de poderes prodigiosos, fruto de la sinergia entre la ciencia y la esencia humana.
Una de las actividades que más acaparó a los jóvenes fue el “Muro del arte y la revelación”, en la que podían dejar una nota creando su propia obra de arte, cuya finalidad era demostrar la importancia de una sociedad diversa y hacer hincapié en la libertad de expresión de todos, ya que eso enriquece a nuestra comunidad.
Sin duda, una de las presentaciones más esperadas fue el concierto gratuito de la Orquesta Sinfónica de Yucatán (OSY), en el que se interpretó el Réquiem de Wolfgang Amadeus Mozart. Esta obra se presentó en la Catedral de San Ildefonso para lograr la creación de una atmósfera mágica que cautivara y maravillara a los asistentes.
Apokalypsi, impulsada por personalidades del mundo de la cultura
En el evento de inauguración estuvieron presentes Loreto Villanueva Trujillo, secretaria de la Cultura y las Artes (SEDECULTA); Manuel Redondo, presidente de PRONUS; Irving Berlín Villafaña, director de Cultura del Ayuntamiento de Mérida; José Aréan, director artístico de la Orquesta Sinfónica de Yucatán y curador de Apokalypsi; y Fabiola Vega, directora de eventos de PRONUS.
Apokalypsi logró reunir a empresas, organizaciones, medios de comunicación, expertos, sociedad civil y estudiantes, acercándolos al arte y a la ciencia, y demostrando que ambas disciplinas forman parte de un lenguaje universal, que traspasa fronteras y expande la conciencia.
