A partir de un sueño, de la ilusión preconcebida de crear una orquesta sinfónica (misma que compartió con el gobierno del estado), el empresario, filántropo y melómano Adolfo Patrón Luján promovió el 13 de diciembre de 2001 la constitución legal de un patronato con el fin de coadyuvar a la conformación y apoyo económico de la ansiada agrupación musical.

Después de dos años y medio de intenso trabajo, el patronato y el gobierno del estado presentaron por primera vez al público, el 27 de febrero de 2004, a la Orquesta Sinfónica de Yucatán (OSY).

El interés del patronato en conformar una orquesta sinfónica logró consolidarse a pesar del frustrado anhelo de esfuerzos anteriores, que datan de más de un siglo. Varios intentos infructuosos se quedaron en deseos efímeros, que solamente atendían a deseos de los gobernantes en turno.

En la tarea de formar futuros músicos, el patronato coadyuvó a la creación de la Escuela Superior de Artes de Yucatán (ESAY), la cual abrió sus puertas el 25 de junio de 2004. Con la creación de la Licenciatura en Artes Musicales, los instrumentistas profesionales que integraron la nueva orquesta se convirtieron en los profesores de dicha institución musical.

Durante sus 20 años de existencia, el patronato ha procurado, en la medida de lo posible, el apoyo a la Secretaría de Cultura en cuanto al mantenimiento del Teatro José Peón Contreras. Por ello, se hizo una importante inversión para dotar al teatro de puertas especiales que impiden el acceso del ruido de la calle hacia el interior de la sala. El patronato también financió la corrección de la isóptica del área de la luneta, la sustitución de la alfombra y la instalación de duela de madera, además de la colocación de 360 butacas nuevas. De igual manera, se invirtieron recursos en la remodelación de la taquilla del teatro y se sustituyeron los obsoletos sistemas de aire acondicionado del escenario.

Por si fuera poco, el patronato ha destinado una importante suma en la compra de instrumentos musicales, tarimas, sillas, así como de una concha acústica, todo esto con la finalidad de brindarle a la orquesta las herramientas necesarias para ofrecer conciertos de calidad.

En el ámbito editorial, el patronato ha contribuido con la publicación de dos libros; el primero de ellos a propósito de los cien años de la inauguración del Teatro Peón Contreras el 21 de diciembre de 1908, con el título Teatro Peón Contreras, Biografía de un Monumento, con prólogo de Adolfo Patrón Luján. El 3 de diciembre de 2015 se presentó el segundo título: Orquestas Sinfónicas de Yucatán, Pasado y presente 1898-2015, con textos de María Teresa Mézquita Méndez y Adolfo Patrón Luján, un importante compendio sobre la historia de las orquestas y los intentos por preservarlas.

Luego de 14 años de intensa actividad al frente del patronato, Adolfo Patrón Luján cedió la estafeta, en agosto de 2014, a su esposa, la licenciada Margarita Molina Zaldívar, quien con su experiencia y su vasto conocimiento musical, ha conducido los destinos del patronato con una nueva visión, la cual ha contribuido a la consolidación y proyección de la OSY.

Actualmente, el patronato es fuerte promotor no solamente de la música, sino de valores que enaltecen a los yucatecos, ya que impulsa y fortalece a la orquesta como base de la convivencia pacífica y armónica entre las personas, además de que acerca a la población a los bienes excelsos de las artes y la cultura.

Igualmente, el patronato continúa desarrollando con éxito su incansable labor de invitar a los ciudadanos a sumarse y a contribuir económica- mente a un proyecto cultural que es mucho más que una oferta musical.

Por todo ello, no ha sido casualidad que el Congreso del Estado de Yucatán haya rendido un homenaje póstumo, el 16 de febrero de 2021, a Adolfo Patrón Luján, fundador del patronato, con la entrega de la medalla “Héctor Victoria Aguilar”, la máxima presea a quienes se han distinguido en el campo de la cultura y las artes, misma que recibió su esposa Margarita Molina Zaldívar.

El patronato ha hecho posible que cientos de personas arropen y cobijen una institución musical, pero sobre todo ha propiciado que la música de concierto sea de beneficio colectivo. El patronato ha sido el resistol que une a la sociedad y al gobierno en un bien común: la Orquesta Sinfónica de Yucatán.