Entrevista a Marcela Díaz
Marcela nació y creció en Mérida, Yucatán. Realizó sus estudios de escultura en Cholul, con la maestra Gerda Gruber en la Fundación Gruber Jez. En el año 2004 inicia su actividad como escultora, utilizando materiales como la madera, la cerámica, la fibra de vidrio, el bronce y la resina de cristal, pero es en la escultura textil con fibras naturales ―como el henequén―, donde se ha desarrollado y destacado más.
“Tenía una gran inquietud por las fibras, ya pasado el tiempo me di cuenta de que estaba destinada a esto”.
Artificio en Esencia: la exposición actual en el Museo de la Ciudad
“El Museo de la Ciudad, en el antiguo edificio de correos, es un recinto espectacular y mi exposición está acompañada de dos magníficos artistas, como lo son Serge Barbeau y Elena Martínez Bolio. Nos unimos los tres en el Museo de la Ciudad; Serge con sus fotografías de la moda que son increíbles y que es primera vez que se expone algo así aquí, Serge lo hizo para que lo conozcamos en Yucatán, donde él ya vive; por otro lado, Elena Martínez, que tiene la delicadeza de honrar a las antiguas modistas, que realmente eran las diseñadoras de moda de aquella época y hace un gran homenaje a grandes mujeres de entonces hasta la actualidad.
“Por ello decidí usar los artificios, porque con ellos dialogo con los otros dos artistas, con la moda. La esencia es el vestido y cada vestido representa un personaje. Les llamo artificios porque tienen un discurso conceptual interior, con el cual dialoga el espectador. Esto es por la forma, por el color, uno es un huipil, uno es un vestido español, otro está hecho con hilo de henequén, con hilo de coco”.
Se representan a los grandes señores mayas, a los soberanos españoles, los guardianes, la corte, la gente blanca, la mestiza, los esclavos, las manumisas, las mujeres modernas. “Hice una mezcla del mestizaje español y maya a través de estos artificios. Para mí, la pieza principal es El Legado en Sangre, que le dedico a mi madre, porque todos tenemos descendencia y ascendencia, cargamos con la sabiduría de nuestros ancestros, una mezcla de sangre de muchos países. En la pieza, la madre alimenta a la hija y la unión entra al plexo solar. Hay un punto rojo en un amarre en esas dos piezas, al que llamo el legado en sangre. De esto trata la vida, de evolucionar, mejorar para dejar un mejor legado en sangre a nuestros hijos y nuestros hijos a nuestros nietos, y así por generaciones.
“Mi mamá ha ayudado a mucha gente, es una mujer muy fuerte, extremadamente generosa, que merece mi respeto y de cualquier persona que la conozca”.
Desde niña el henequén es parte de mi esencia
Aunque Marcela comenzó sus esculturas de textil después de los 40 años ―cuando su primer hijo se fue a la universidad―, su atracción hacia la fibra yucateca inició desde muy pequeña.
“Me dediqué al textil porque era algo que desde muy pequeña me atraía mucho. No lo hacía pensando en ser escultora, pero tenía una inquietud muy fuerte hacia el henequén, pues visitaba a mis abuelos, tíos y amigos en haciendas henequeneras y siempre me llevaba hilos y fibras de henequén para hacer cosas o manualidades.
“Era muy inquieta para los trabajos manuales, lo que encontraba lo usaba para hacer algo. Cuando iba a las haciendas me encantaba ver las fibras, me ponía a ayudar a los que trabajaban en la casa de máquinas, en los campos… y me llevaba una bolsa llena de henequén a mi casa. El henequén es parte de mi esencia desde niña”.
20 años de ser escultora
Marcela ocupó el último espacio disponible con la maestra Gruber, con quien estudió durante 4 años, comenzando así su vida profesional en el arte.
“Gerda nos puso como condición que no podíamos exponer nada mientras no termináramos la carrera, entonces yo seguía tejiendo en mi casa y para cuando terminé la carrera ya tenía muchas obras.
“Cuando terminé de estudiar Alfredo Cruz y Domingo Rodríguez Semerena se acercaron a mí para proponerme exponer en el Centro de Artes Visuales, que en ese entonces estaban terminando de remodelar. Me dieron todo el espacio del CAV, y hasta el día de hoy ha sido la exposición más grande que he tenido. Me permitió crear un diálogo, un discurso estético con el henequén”.
En esta exposición, Marcela presentó una hamaca de hilo de coco de 14 metros y la Cena de la Vida con cuerdas gigantes, entre otras piezas. Gran parte de estas obras se encuentran actualmente en distintos espacios culturales de Estados Unidos.
Este 2024, Marcela cumple 20 años de ser escultora. “Mi anhelo es hacer este año una exposición y un catálogo de toda mi obra, desde que comenzó mi carrera hasta el día de hoy… ya son dos décadas entre hilos”.
Las esculturas de henequén que le han dado la vuelta al mundo
Marcela se ha presentado en más de 40 exposiciones colectivas y 12 individuales en distintas ciudades de México y Latinoamérica, así como en Estados Unidos y en Europa. Ha expuesto en espacios de gran trascendencia, como el Museo de los Cinco Continentes, en Alemania ―donde acompañó la exposición de Serge Barbeau sobre los últimos testigos vivientes de la guerra de Castas—, en cuatro regiones distintas de Francia ―en exposiciones organizadas por Leïla Godet Voight, del Centro Cultural La Cúpula―, en Florencia, Italia —donde su obra inauguró la galería de arte Spazio—, en el Museo Latino en Estados Unidos, país donde su obra ha estado itinerante en diversos espacios culturales o embajadas por más de 10 años.
En México, la obra de Marcela se ha expuesto en distintos espacios, como el Museo de Hacienda y Crédito Público en la Ciudad de México; inauguró la Galería de la Fundación de Artistas en la calle 55 en Mérida, cuando cumplía su primera década como escultora y, por último, su obra estuvo presente en la exposición de la Casa Miguel Alemán en Los Pinos, donde se expusieron las riquezas culturales de Yucatán, y donde Marcela presentó un terno tejido de henequén, de casi cuatro metros de alto.
En el Museo Nacional de Culturas Populares, en Coyoacán, se presentó una exposición individual de Marcela acompañada de artesanas de todo Yucatán. Se trató de una exposición de arte con puro henequén.
En Mérida, en el Hotel Rosas y Chocolate se exponen de manera permanente obras de Marcela desde hace más de 10 años, la cual ha sido apreciada y adquirida por visitantes y turistas.
La casa de Marcela, icónica por ser la primera casa hecha al estilo moderno en la Colonia México y diseñada por el arquitecto Fernando López, suele abrirse al público para ser visitada, pues ahí tiene Marcela su taller, junto con una colección de arte de artistas yucatecos, o bien de artistas que han visitado Yucatán y hecho aquí sus residencias.
La experiencia en la Bienal de La Habana
“En la X Bienal de La Habana, en el año 2009 en Cuba, presenté Siete Canales y fue una gran sorpresa para mí que fui la única representante de México, pienso que fue porque mi obra tenía mucho que ver con la temática de la bienal, que era sobre globalización.
“Fue una experiencia muy fuerte para mí ir a Cuba y ver la forma de vida que tienen nuestros hermanos cubanos. Fue una emoción maravillosa estar en la Bienal de Cuba representando a mi país, pero también regresé con el corazón muy triste de ver la situación de cómo vive la gente ahí.”
Marcela también ha sido seleccionada en otras dos bienales, ganando una Mención Honorífica en Escultura en la III Bienal de Yucatán 2006.
“Mi anhelo es hacer este año una exposición y un catálogo de toda mi obra, desde que comenzó mi carrera hasta el día de hoy… ya son dos décadas entre hilos”.
Arte y Nuevo Amanecer
Marcela también ha logrado con su obra que el arte sea un instrumento social para ayudar a quienes más lo necesitan.
He sido invitada en Monterrey por el Museo del Marco como artista, para apoyar a la Fundación Nuevo Amanecer, que es un centro de apoyo a niños de bajos recursos con parálisis cerebral. Es un lugar precioso y muy grande, que vive a base del apoyo de artistas.
“El centro realiza una curaduría de artistas de toda la república ―nos explica Marcela―, los lleva a Monterrey, donde trabajan durante una semana con los niños. También se realiza una cena muy elegante y se subastan las obras. Todo el dinero recaudado es para la fundación Nuevo Amanecer”.