Acciones oficiales por la cultura

La orquesta sinfónica del sexenio

Paralelamente a la importante acción emprendida por la sociedad civil para fomentar la cultura en Yucatán, es justo y necesario destacar las acciones emprendidas por la autoridad, en esta materia. No fueron muchas, pero algunas revisten una importancia trascendente en este panorama histórico que estamos reconstruyendo. 

En 1975, el gobernador Carlos Loret de Mola Mediz, que era un hombre culto, encomienda al Dr. Carlos Tello Solís la organización de una orquesta sinfónica. Hemos de señalar que, al terminar en 1946 el período de gobierno de Ernesto Novelo Torre, se cancela la existencia de esta importante agrupación cultural y, por tanto, de 1946 a 1975, en Yucatán no tuvimos orquesta sinfónica, pese a ser una profunda tradición que nos venía desde fines del S. XIX. Carlos Tello puso manos a la obra con todos los elementos a su alcance y convocó a todos los ejecutantes de algún instrumento que hubieran participado en alguna de las sinfónicas del pasado, logrando reunir lo necesario para integrar una orquesta aceptable. El grupo empezó a ensayar en el local del Centro Estatal de Bellas Artes, que en ese entonces estaba en la calle 59, en el pequeño auditorio que luego se llamaría “Leopoldo Tommasi”.

Siguiendo una arraigada tradición, Carlos Tello programó la interpretación de la Octava Sinfonía “Inconclusa”, de Franz Peter Schubert, como obra de estreno. Fue desde esos ensayos que surgió el problema que, a la postre, fue insalvable para la orquesta. Se contaba con una sección de cuerdas de gran calidad, lo mismo sucedía con los metales y las percusiones, pero en las maderas estaba el escollo mayor. Eduardo Rodríguez y Juanita Lara, eran unas flautas de gran calidad, Juanita además era gran ejecutante del pícolo. En los clarinetes se contaba con Luis García y Carlos González, pero no había un solo corno inglés ni fagot, y el único ejecutante de oboe era el Mtro. Pedro Bermejo, quien había sido un gran ejecutante de este difícil instrumento, pero que tenía ya ochenta y seis años, y por ello, ya no tenía la embocadura necesaria para su dominio. 

En esas condiciones, Carlos Tello logró muy importantes interpretaciones y rescató del olvido la música sinfónica yucateca; la orquesta interpretó obras de Gustavo Río, Fausto Pinelo, Arturo Cosgaya y otros autores locales, pero también tuvo logros en la música sinfónica universal, como las interpretaciones de la Quinta Sinfonía de Beethoven, varias de Mozart y otras más. Se lograron resultados modestos, pero valiosos a la vez. La orquesta perduró el resto del período de Loret de Mola, pero al iniciar el gobierno del Dr. Francisco Luna Kan, fue disuelta.

El renacer de la cultura yucateca

Luna Kan inicia su gobierno el 1° de febrero de 1976 y marca un cambio muy importante en la administración pública. Por primera vez, la cultura es tomada en cuenta en el organigrama del gobierno. No crea una dirección de cultura, mucho menos una secretaría de este ramo, pero deposita en una persona la organización y difusión de este rubro. El gran impulsor de la cultura en el gobierno de Luna Kan, fue el Prof. Luis A. Pérez Sabido, quien venía ya con la experiencia de haber desarrollado esta labor en administraciones municipales. 

El período de Luna Kan dio un gran impulso a la cultura; entre sus logros más importantes tenemos que señalar la expropiación y rescate del Teatro José Peón Conteras y la creación de una orquesta sinfónica de temporada, que ha sido la mejor sinfónica en la historia de estas agrupaciones en tres siglos de existencia. La dirección de esta orquesta fue encomendada al Mtro. Antonio Cabrero, y contó grandes músicos en sus atriles, como el violín concertino a cargo del yucateco Daniel Burgos Samada, quien había sido concertino de importantes orquestas de la República; tuvimos como primer violonchelo a Adolfo Odnosopov, conocido y reconocido mundialmente como: “El poeta del chelo”; tuvimos como arpista a la rumana Dorella Majorescu, discípula de Nicanor Zavaleta, el mejor arpista del mundo. Esta histórica orquesta dio seis conciertos que marcaron hechos trascendentes en la cultura local.

En estos históricos seis conciertos hemos de destacar que, se interpretan por primera vez en Mérida obras como: la Sinfonía del Nuevo Mundo de Antonín Dvorak y el Huapango de José Pablo Moncayo. Mención aparte merece el estreno de Sones del Mariachi de Don Blas Galindo, pues el autor estuvo presente en este concierto y recibió sonora y larga ovación del público. Dorella Majorescu aporta también una primicia a la temporada, pues interpreta por primera vez en Mérida el Concierto No. 4 para arpa de George Frederic Haendel. La sinfónica dirigida por Antonio Cabrero marcó un hito en el movimiento sinfónico de Yucatán.

Con la devolución al pueblo yucateco del Teatro Peón Conteras, la importante labor de Luis Pérez Sabido por la cultura se potencializó en una forma profunda. Por su estrecha relación con la Orquesta Típica Yucalpetén y las giras por el mundo que había realizado con ella, Luis había establecido importantes relaciones culturales en muchos lugares del mundo, lo que le permitió traer a nuestro estado espectáculos de primer nivel. La concepción de la importancia social de la cultura, llevó a Luis a promover estos importantes espectáculos con costo al gobierno del estado, los presentaba en forma gratuita o con un costo simbólico, que estuviera al alcance de todos los niveles sociales. Era cotidiano que Luis entrara al despacho del gobernador Luna y le dijera:

―Señor gobernador, tenemos la oportunidad de presentar tal espectáculo y nos va a costar tanto. 

Y así, tuvimos la oportunidad de ver espectáculos de primera calidad sin costo alguno.

Esto fue lo ocurrido en la cultura en el ámbito oficial, paralelamente a las acciones de la sociedad civil.