La Sociedad Pro Arte de Yucatán
El rescate y reinauguración del Teatro Peón Contreras fue un verdadero detonante para la cultura local; sin embargo, después de la temporada inaugural de la sinfónica y su posterior disolución, dejó al coliseo de la cultura yucateca con un grave vacío de actividades. Nuevamente, es la sociedad civil quien toma la iniciativa y pone al recinto en fructífera actividad cultural, específicamente, musical.
Los logros de la Sociedad Pro Arte
Una serie extraordinaria de conciertos, que marcaron época, llenaron las noches del Teatro Peón Contreras y dejaron profunda huella en la historia de la cultura en Yucatán. Estas destacadas actividades musicales fueron organizadas por un grupo de activistas de la cultura a quienes encabezó el empresario Carlos Millet Vales bajo el nombre de “Sociedad Pro Arte de Yucatán”, y popularmente fue conocida sencillamente como Pro Arte. Este grupo dejó grata memoria en la historia de la cultura yucateca.
Carlos Millet Vales
Con Carlos Millet a la cabeza, el grupo aglutinó a impulsores de la cultura con una trayectoria ya hecha, como Elsa Cáceres Ortiz de Sosa, Carmen Pérez Alcocer de Palma, Gelsy Valencia de Cejudo, Jorge Fernández Tappan, Juan Campos Casares e Ignacio Cejudo Díaz. Muy pronto, las actividades del grupo dieron de qué hablar en el campo de la cultura, especialmente el de la música. Los conciertos de piano fueron quizá lo más destacado de lo organizado por este activo grupo. Bajo el impulso de Pro Arte vimos a pianistas concertistas de la talla de la canadiense Cattrine Coldart, el peruano Jorge Noli o el mexicano José Kahan. Muy recordado también fue el maravilloso programa dedicado a la música impresionista, que agrupó obras de Claude Debussy, Maurice Ravel, Isaac Albéniz, Manuel de Falla o Erik Satie, así como el “Concierto de música barroca”, en la hacienda San Antonio Cucul. La aparición del proyecto “México Mágico” alejó a Carlos Millet de estas actividades y cortó la continuidad de lo hecho por el grupo, sin embargo, esta breve, pero fructífera actividad quedó escrita en la historia de la cultura de Yucatán.
Elsa Cáceres Ortiz de Sosa
Los esfuerzos de la sociedad civil
De 1982 a 1984, gobierna Yucatán el general Graciliano Alpuche Pinzón, su gestión en la cultura fue totalmente nula, fue un paréntesis de dos años en los que nada se hizo a nivel oficial. Las actividades culturales continuaron en manos de los grupos de la sociedad civil. Las últimas actividades de la Asociación Gustavo Río, el gran impulso de la Sociedad Rubio Milán, fueron las que salvaron el panorama de esta época. Las últimas puestas en escena de La Marcha de Cádiz, por el Cuadro Lírico de Actores “Ernesto Pacheco Zetina”, bajo el rubro de la Gustavo Río, marcó la desaparición por muchos años de la zarzuela de los escenarios locales. Sólo los esfuerzos de Felipe Serrano llevaron a escena números sueltos de obras, en la Casa de España y en el Museo de la Canción. Pero una obra completa, con vestuario y orquesta, no la volvimos a tener hasta 2017, en que, Gustavo Durán presentó en el Teatro Fantasio, con gran éxito, la divertida revista musical, Las Leandras. La prematura muerte de Durán cortó el proyecto del grupo “Ópera, Cultura y Escena A. C.”, que también había escenificado una buena puesta de la ópera Carmen.
Juan Campos Casares
La creación en 1984 del Instituto de Cultura de Yucatán, por el gobierno de Víctor Cervera Pacheco, vino a dar un gran impulso a la cultura en sus más diversos géneros y disciplinas. En el seno de la institución se fueron creando importantes organismos dependientes e impulsados por el propio instituto. Ejemplo de ello fueron las creaciones de la Compañía Estatal de Teatro, la Compañía Estatal de Ballet Clásico y el Ballet Folclórico de Yucatán. Agrupaciones que contaron con excelentes directores, cada uno un pilar en su especialidad. En teatro, tuvimos a Paco Marín; en ballet clásico, a Socorrito y Carmita Cerón; y en folclor, a Alfredo Cortés Aguilar.
Con la creación del Instituto de Cultura de Yucatán, la cultura recibe un gran impulso que la va llevando a consolidarse.
La Sociedad Pro Arte de Yucatán dejó grata memoria en la historia de la cultura yucateca.